En este artículo explicaré algunos aparentes misterios que confunden a la mayoría de la gente en este mundo. Una usual característica de los individuos limitados es que quedan confundidos por cualquier disparate creado en la mente de otra gente. Luego, los individuos limitados discutirán entre sí. Si visitas un foro, por ejemplo, siempre encontrarás gente debatiendo. Les gusta debatir y debatir, y como no se exhiben pruebas reales ellos continúan debatiendo por eones acerca de muchos temas y llegando a la conclusión “uno tiene derecho a su propia opinión”. De esta manera, con este aparente “respeto por la opinión de los otros”, finalmente llegan a un acuerdo… pero esto aún así no revela la verdad acerca de esos temas.
Así, no estoy aquí para debatir y postular extrañas teorías y opiniones que traigan opiniones todavía más extrañas que no conduzcan a la gente a ningún lado. Empezaré entonces mi proceso de probar algunos temas que confunden a enormes cantidades de personas por todo el planeta:
Miedo a lo desconocido
Mucha gente suele afirmar: “Le tengo miedo a lo que no conozco”. Pero es absolutamente erróneo. Uno debe primero “conocer” para “temer”. Puedo probar mi argumento con un ejemplo sencillo: “Tengo miedo de posibles problemas económicos en mi país”. Aparentemente, si el problema pudiese ocurrir “en el futuro”, debería ser “desconocido”. De cualquier modo, lo sé. ¿Cómo? Porque lo experimenté en el pasado. No puedo temerle a algo que nunca experimenté salvo en la forma de una formulación mental porque oí sobre ello por medio de otra gente, lo deduje, etc. Pero cuando realmente lo experimento, “lo siento” con todo mi ser y “lo comprendo”. Desde este punto en adelante, soy capaz de “sentir verdadero miedo” de que en el futuro ocurra lo mismo, puesto que tuve una experiencia de ello de primera mano.
Hasta el momento que experimento “algo”, el miedo a eso es inexistente o es una mera formulación mental basada en deducción o testimonio de otra gente. Por ejemplo, me entero a partir de otras personas que una avanzada civilización extraterrestre podría venir aquí e invadir mi planeta. Esto podría hacerme temer ese hecho pero no hasta el punto de perder el sueño durante meses o incluso años. ¿Por qué? Porque nunca experimenté tal invasión antes. Estos son meros ejemplos pero claramente muestran que decir que “uno le teme a lo que es desconocido” es solamente una manera de hablar y no “una verdad real”. Algún tipo de conocimiento “debe” siempre estar “antes” de que pueda emerger la emoción llamada “miedo”. El “miedo a lo desconocido” es simplemente algo imposible.
Reencarnación
Alguna gente afirma que no hay reencarnación en el sentido de que la vida actual es la única que una persona vivirá. Esta clase de personas es materialista. Como están identificados con sus cuerpos físicos, consideran que la desaparición de esos cuerpos marca el final de “la persona”. Esta idea de “cero reencarnación” o “solamente una vida” deja perpleja a otra gente que, de otro modo, podría haber adquirido un punto de vista más real sobre la vida como un todo. Los conceptos disparatados son como una infección, y tienen poder para producir dolor en muchísimas personas. Ahora, probaré que afirmar que no hay reencarnación es disparatado y desprovisto de cualquier base lógica. ¿Cómo haré eso? Por medio del “miedo a la muerte”.
La presencia del “miedo a la muerte” en todos los individuos limitados es innegable. Todos ellos “le temen a la muerte”. Pueden decir cualquier cosa, pero en el momento en que se dan cuenta de que sus vidas están en peligro, temerán. El individuo limitado promedio luchará o correrá por su vida si esto es posible. Un soldado, aún entrenado para superar ese miedo, sí que lo siente de todos modos. Entonces, el miedo a la muerte es un “hecho” muy común que todos los individuos limitados sí que sienten en el preciso momento en que se dan cuenta de que sus vidas están en peligro. Esto es obvio, ¿verdad?
No obstante, establecí más allá de toda duda de que el “miedo a lo desconocido” es algo imposible excepto en la forma de una formulación mental basada en deducción o testimonio por parte de otra gente. Como el miedo a la muerte es “tan real”, “tan fuerte”, “tan extremo”, “tan humano” y así sucesivamente, puedo firmemente declarar que el humano miedo a morir no es una mera formulación mental a la cual se arribó a través de deducción o testimonio. NO. Cuando la vida de un individuo limitado se ve amenazada, él o ella siente “verdadero y abrumador” miedo a la muerte. La única explicación posible para la presencia de un miedo tan fuerte es la siguiente: “esa persona experimentó la muerte antes”. ¿Cuándo? En una vida previa.
De esta forma, “queda sólidamente probada” la existencia de “al menos” una vida anterior. Como esto ha sido probado, también se probó la reencarnación. A través de todo este proceso de argumentación disolví la absurda idea materialista de que “existe solamente una vida”. Esta tonta idea puede que parezca muy inofensiva, pero tiene el poder de atar a muchísima gente al más estúpido modo de vida. Esta idea materialista es entonces un subproducto de la ignorancia espiritual. Pero, mientras que puede subyugar a tantos individuos limitados no puede subyugar a alguien que usa su cerebro para razonar adecuadamente.
Locas teorías
La presencia de ideas y conceptos tarados es una fuerte influencia que mantiene a los individuos limitados como tales, a saber, en esclavitud. El individuo limitado no se da cuenta del verdadero alcance de todas esas estúpidas ideas y conceptos, y de cómo pueden condenar a tantas personas a una vida repleta de errores, dolor y cosas similares. Cuando uno lee las grandes escrituras, uno aprende a “razonar”, “a usar su propio cerebro” de manera correcta. Cuando esto sucede, tal persona es libre de todas las tontas teorías que tienen cautiva a la mayoría de la gente.
La ciencia moderna está en efecto haciéndose más y más materialista. Puesto que casi obtuve un título en ingeniería química, tengo una sólida formación en ciencias. De todos modos, pese a que me gusta cómo la ciencia moderna ha hecho nuestras vidas más cómodas y llenas de conocimiento siempre a la mano a través de la Web, noto que la ciencia moderna sigue avanzando en campos para los que no está lista. Mientras que no tengo dudas de que los científicos son muy buenos para hacer chips, observar a los planetas, etc., sus actuales teorías sobre “el origen de la Vida” son absolutamente desopilantes. Como los que tratan de trazar el origen de la Vida son totalmente materialistas en su pensamiento, siempre están buscando rocas sobre la tierra o que vienen desde el espacio exterior y explicando todo de esa manera.
El problema no es “uno o dos tipos locos” intentanto mostrar que la absolutamente soberbia y divina Vida proviene de una roca del espacio exterior o de una sopa con carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, etc. NO. El verdadero problema es que están difundiendo sus locas ideas en TV, en la Web y así sucesivamente. Son inclusive considerados como prestigiosos científicos totalmente aptos para trazar el origen de la Vida por medio de mera materia. Esta idea materialista es el eterno producto de la falsa identificación con el cuerpo físico. Puesto que tanta gente cree que son sus cuerpos físicos, tienden a trazar “su origen” a través de procesos materiales.
Al establecer el origen de la Vida a través de procesos materiales, la ciencia moderna está ingresando en un campo para el cual no es apta. En el mismísimo proceso, tantas personas quedarán aún más engañadas que antes. Es como si uno quisiese explicar la manufacturación de chips mediante filosofía. Son campos distintos. Mientras que la ciencia moderna es buena en todos esos temas relativos a la materia, se desempeña absolutamente mal en todos esos temas relativos a la espiritualidad. La Vida es, en Su esencia, espiritual y no material.
Si alguien dice que la Vida es “únicamente” material, tendrá que explicar la diferencia entre un cuerpo vivo y un cuerpo muerto “solamente” a través de procesos materiales. Esto podría lucir como una menudencia, pero ninguna persona materialista puede explicar eso satisfactoriamente. ¿Por qué? Porque para hacer así tendrán que recurrir a “algo más”. Tarde o temprano arribarán a “algo más”, y esto no es material. Como resultado, el estado de ser “exclusivamente” materialista es la exclusiva propiedad de un tonto. Sólo un tonto podría estar todo el tiempo intentando “esquivar” el lado espiritual de la realidad.
Si la Vida fuese material “únicamente”, ¿cuál es el sentido en preocuparse por nuestras familias? Son sólo los descendientes de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. O ellos son solamente los descendientes de bacterias que vinieron en un meteorito hace mucho mucho tiempo. ¿Por qué tanto alboroto entonces?
La gente trata a sus parientes como si fuesen divinos en general. Las madres podrían inclusive dar sus propias vidas por sus hijos. ¿Pero cómo es esto posible si sus hijos son sólo bacterias ultraevolucionadas o algo parecido a eso? ¿Es incluso mi amado Chopin y sus extraordinarias baladas un producto de una sopa de cuatro elementos (carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno)? ¿Es el amor humano el resultado de muchas rocas estrellándose contra el planeta? Si las locas teorías materialistas de la ciencia moderna sobre el origen de la Vida son ciertas, ¿por qué todo ese alboroto sobre la “Vida” en la humanidad entonces? ¿Por qué son los criminales tan severamente castigados por matar a otras personas si la Vida es sólo una cuestión “material”?
Por lo tanto, el origen divino de la Vida queda probado mostrando la incoherencia entre las teorías materialistas sobre ello y los hechos que ocurren en la vida real. No estamos amando a los descendientes de bacterias que viajan sobre rocas, o a seres que salieron de una sopa de cuatro elementos y todo eso. Estamos amando al Ser en ellos. Como el Ser es completamente espiritual (es decir, Él no es material), el origen de la Vida no puede ser jamás trazado mediante procesos materiales. Sería como afirmar que una persona es “bella” porque su cuerpo es “bello”. La persona no es su cuerpo, y por esto es que un bello cuerpo no significa necesariamente una bella persona. Esto es tan elemental, como sabrás.
En definitiva, puedo afirmar lo siguiente: “El origen de la Vida no puede ser descubierto estudiando a la materia pues el Ser es espiritual. Como resultado, si la ciencia moderna está decidida a transitar por esta senda material para explicar el origen de la Vida, puedo establecer que la ciencia moderna se convertirá en otro indomable agente de la ignorancia espiritual. Éstas no son buenas noticias para el resto de la gente, por supuesto.”
En el pasado, las teorías religiosas sobre la posición de la tierra en el universo, etc. se tomaban “seriamente” en Occidente. Ahora, lucen absurdas. Del mismo modo, las actuales teorías científicas acerca del origen de la Vida se están tomando “seriamente” (largos documentales en TV, por ejemplo), pero son absurdas también. Entonces, es cuestión de tiempo para que la gente se dé cuenta de cuán estúpidas son esas teorías. De todas formas, una persona que sea la afortunada poseedora de un intelecto que piense correctamente puede ver la inherente estupidez de estas teorías ahora mismo.
Una marca de una persona en esclavitud es que ella da “por sentados” todos los conceptos e ideas usuales que la rondan. Los aspirantes espirituales no deberían ser así. Deberían investigar más y más. Tras una corta investigación de algunas de estas usuales ideas y conceptos, el aspirante espiritual se dará cuenta de que son todo un monumento a la estupidez humana. Por consiguiente, esas tontas ideas y conceptos deberían ser abandonadas para seguir avanzando en el camino espiritual o se volverán un verdadero estorbo.