El Ser es lo más importante en la vida de todos. Sin Él y Su Poder, los individuos limitados y el resto del universo no habrían llegado a existir jamás. Si uno no es apropiadamente consciente del Ser, siempre estará en problemas a despecho de las circunstancias, el tiempo, el lugar y cosas así.
Los individuos limitados se ubican en dos categorías, en líneas generales:
- Gente ordinaria: Con “ordinaria” no quiero decir gente grosera llena de malos modales. NO. Quiero decir gente que no está interesada en absoluto en el Ser, es decir, son personas que creen que son totalmente libres y que la vida es siempre así, y que finalmente morirán algún día, y que son felices debido a la presencia de otros a su alrededor, etc. Esta clase de gente puede ser muy inteligente con relación al conocimiento de “objetos”, pero ellos fallan miserablemente con respecto al Sujeto o Ser. Es en lo referente a esto que ellos son ignorantes a pesar de que pudieran haber conseguido un título universitario o incluso el premio más impresionante dado por la más prestigiosa academia del mundo, etc. Muchos de ellos son muy útiles en lo que se refiere a mantener a este mundo andando, por supuesto, pero son de cualquier modo inútiles cuando hay que abordar el tema denominado “iluminación espiritual”. La gran mayoría de las personas en esta humanidad entran en esta categoría, desafortunadamente. De ahí que no sorprenda el hecho de que este mundo se desempeñe tan pobremente desde un punto de vista espiritual.
- Aspirantes espirituales: Estos son individuos limitados que están hartos de estar en la prisión de sus propias mentes y cuerpos. Saben de verdad que no son para nada libres. Desean hallar una salida a su miseria. Algunos de ellos son más avanzados, obviamente, pero todos ellos están en busca del Ser, ya sea que le llamen Dios, “Yo” real, Paz, Redención, Brahma, etc. Como no hay palabra que pueda describir plenamente lo que el Ser es, son de poca importancia al final en lo que respecta al Ser.
Ahora, concentremos nuestra atención en los aspirantes espirituales (una verdadera minoría). Existen muchas maneras de clasificarlos mediante una cantidad de categorías para lidiar con ellos adecuadamente. Usaré el método siguiente, el cual se da en las escrituras. Como es obvio, lo personalizaré a mi modo para que los lectores me comprendan totalmente. Por esto es que estoy “adaptando las antiguas enseñanzas a los tiempos modernos”, tú sabes, jeje:
- No despierto: La gente ordinaria no está despierta, obviamente. Y puesto que este tipo de aspirante espiritual está todavía en una etapa de novato, son “casi” como el resto de la gente ordinaria. No obstante, están buscando el sentido de la vida, la liberación, a Dios, etc. Tienen una vaga idea de la meta de su búsqueda, pero no están completamente satisfechos con “la vida como naturalmente es”. Entienden que debe haber algo más para ellos. ¡Y sí, hay, no te quepa la menor duda!
- Despierto: Estos son aspirantes espirituales que tienen conocimiento sobre el Ser pero aún carecen de una fuente experiencia de Él. Sin embargo, han plantado sólidamente sus pies sobre la senda espiritual, figurativamente hablando. Tienen una buena idea de adónde ir, pero les falta más experiencia de Ser. Cada vez que entran en contacto con Su Poder, quedan inconscientes. Por lo tanto, sus trances están llenos de inconsciencia en la forma de vacío. Algunos de ellos detienen sus esfuerzos, considerando que el Ser es un Vacío y en consecuencia ellos están plenamente iluminados. Ellos no están plenamente iluminados de todos modos, sino plenamente equivocados.
- Bien despierto: Estos son aspirantes espirituales muy avanzados que están marcados por la experiencia del Ser al comienzo y al final de vigilia, sueño y sueño profundo. Se vuelven Libres como el Ser Mismo por breves instantes cada día, cuando despiertan, cuando van a dormir, etc. Están casi listos para alcanzar la siguiente y última categoría.
- Perfectamente bien despierto: Estos son los Grandes Sabios. Aunque esta categoría se relaciona con aspirantes espirituales, ellos ya no son más “aspirantes” sino personas plenamente iluminadas. Son Inconcebibles y Libres como el Ser Mismo. Son como los bien despiertos, pero su experiencia de Ser dura por siempre. Por supuesto, el pasaje desde bien despierto a perfectamente bien despierto es gradual, pero al final una persona perfectamente bien despierta tiene la experiencia del Ser constantemente. Esto no puede ser alcanzado mediante ningún esfuerzo humano sino que es Su regalo para el valiente aspirante que se esforzó tan duramente en pos de su libertad. La existencia de estos Grandes Sabios justifica la existencia de la humanidad sobre la Tierra.
En tanto que todos los seres son inherentemente divinos porque el Ser mora dentro de ellos, por decirlo de algún modo, sólo el perfectamente bien despierto es absolutamente “santo”. Todas las enseñanzas espirituales, instrucciones espirituales y así sucesivamente provienen siempre del Ser Mismo o de estos Grandes Sabios que son el Ser encarnado. Saben el “cómo hacer” en espiritualidad y por lo tanto son absolutamente aptos para enseñar a los aspirantes espirituales. De cualquier modo, no todos ellos enseñarán. Solamente algunos de ellos se volverán Guru-s (preceptores espirituales). El experimento llamado “esta humanidad” vale la pena el esfuerzo mientras esté activa la producción de estos seres santos. Si la humanidad entera fuese como es la gente ordinaria, estaría condenada a ser exterminada instantáneamente. Cuando la manifestación y disolución del universo entero es una trivialidad para el Poder del Ser, ¿cuán difícil podría entoncer ser la disolución de la humanidad para este Poder?
Una mera roca de 10 km de diámetro es más que suficiente para eliminarla junto con animales, plantas, orgullo humano, superpotencias y todas sus armas, etc. Es comiquísimo la cosita que se necesita para terminar con la humanidad como un todo. Incluso la vida como un todo estaría en serio peligro si la roca fuese un poco más grande. Este hecho muestra cuán insignificante es la humanidad desde un punto de vista material (los cuerpos físicos). A su vez, muestra cuán colosales son el Ser y Su Poder. ¡Son tan compasivos!
Incluso tras dos guerras mundiales devastadoras que tuvieron lugar hace algunas décadas (no hace eones), he notado que muchos seres humanos aún piensan que la humanidad es la creación más impresionante de Dios. No hay límite para la vanidad, tenlo por seguro. De todos modos, es sólo la presencia de Sus Grandes Sabios y Verdaderos Seres Humanos Santos lo que hace posible “todavía” la existencia de la humanidad. Por esto es que un aspirante espiritual debería esforzarse por su libertad a toda costa. Al hacer así estará salvándose a sí mismo así como también al resto de la gente. Si quieres ayudar a la humanidad como un todo, ayúdate a ti mismo. Cada vez que una persona da un paso hacia adelante en el sendero espiritual, la humanidad entera saca beneficio de ese paso, y estoy completamente seguro de eso.
Seguiré hablando sobre este tema en mi siguiente artículo.